Maltrato laboral: hay muchos colaboradores que renuncian
23 Marzo 2023
“Me aburrí”, dice @iropval en Twitter. “No quiero más discriminación por mi guagua, rentas insuficientes, entrevistas que parece que sí, pero no…horarios eternos, tacos”.
Este es el desahogo de una trabajadora chilena que sufre discriminación y una serie de problemas asociados a su trabajo, una queja que cada vez parece ser más habitual en Chile. Pero ¿podemos hablar de maltrato laboral? Sí y no.
Si bien hay asuntos que se escapan de la responsabilidad de la empresa —como, por ejemplo, el tráfico—, hay otras de las que son culpables: discriminación, en este caso en particular, discriminación a las colaboradoras que son madres.
El término de hostigamiento laboral es sinónimo de intimidar, obligar a otro, afectar, abalanzarse o atacar en grupo, e igualmente se conoce como terror psicológico, agresión laboral, acoso laboral y psicológico. El maltrato puede adoptar diversas formas y puede ser cometido por compañeros de trabajo, superiores jerárquicos o por la propia empresa.
Formas de maltrato laboral
A continuación, te explicaremos algunas formas de maltrato laboral y sus posibles consecuencias.
Acoso laboral o mobbing
Consiste en la intimidación, hostigamiento y humillación constante de un trabajador por parte de sus compañeros de trabajo o superiores.
Discriminación laboral
Se produce cuando se trata a un trabajador de manera desigual o se le excluye de oportunidades laborales por motivos como su género, raza, orientación sexual, religión o discapacidad.
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Abuso de poder
Cuando los superiores jerárquicos utilizan su poder para obligar a los subordinados a hacer cosas que no están en sus funciones, o cuando les exigen realizar tareas imposibles en plazos muy cortos.
Sobrecarga laboral
Consiste en asignar una cantidad excesiva de trabajo a un empleado, lo que puede provocar burnout, estrés, ansiedad y agotamiento físico y mental.
Falta de respeto
Cuando los compañeros de trabajo o los superiores no respetan la dignidad y los derechos del trabajador, como, por ejemplo, al insultar o ridiculizarlo en público. Sumado a lo anterior, también hay actitudes en el día a día que sí son consideradas faltas de respeto: no saludar, no dirigir la mirada a un compañero de trabajo cuando está exponiendo alguna idea, no responder un correo electrónico cuando se necesita alguna aprobación de algo, ignorar, entre muchas otras. Esto también es parte de un maltrato psicológico que claramente dependerá de la repetitividad de estas acciones y la intencionalidad de estas.
Aislamiento laboral
Consiste en excluir a un trabajador de las decisiones importantes y de la comunicación dentro de la empresa, lo que puede generar sentimientos de soledad y de falta de reconocimiento.
Salario injusto
Cuando el trabajador recibe un salario inferior al que debería corresponderle por su formación, experiencia o responsabilidades, o cuando se le niega el aumento de salario que le corresponde.
Falta de seguridad laboral
Se produce cuando la empresa no cumple con las normas de seguridad y salud laboral, exponiendo a los trabajadores a situaciones peligrosas o insalubres.
5 consecuencias del maltrato laboral
El maltrato laboral puede tener una serie de consecuencias negativas tanto para el individuo como para la organización entre las cuales se incluyen:
- Problemas de salud física/mental: El maltrato laboral puede provocar problemas de salud física y mental, como dolores de cabeza, problemas digestivos, insomnio, ansiedad, depresión y estrés. Estos problemas pueden llevar a un aumento en el absentismo y la reducción de la productividad laboral.
- Baja moral: El maltrato en el trabajo tiene un efecto negativo en la moral de los empleados, lo que puede llevar a un aumento en la rotación de personal y la pérdida de talentos.
- Reducción del rendimiento laboral: Los colaboradores que sufren de maltrato laboral pueden ser menos productivos y sentirse menos motivados para hacer su trabajo de manera efectiva. Esto puede reducir la calidad del trabajo que se realiza y afectar negativamente la reputación de la empresa.
- Aumento de conflictos: El maltrato laboral puede crear un ambiente de trabajo tóxico y conflictivo, lo que puede dar lugar a más conflictos y tensiones entre los empleados. Esto puede aumentar la probabilidad de problemas internos y la falta de colaboración.
- Costos económicos: El maltrato laboral puede resultar en costos económicos significativos para la empresa, como el costo de la rotación de personal, el costo de la pérdida de talentos, la disminución de la productividad y la pérdida de negocios debido a una mala reputación.
Si a estas situaciones les sumamos faltas de respeto, pocas oportunidades de crecimiento o un ambiente tóxico, lo más probable es que los mejores colaboradores renuncien en búsqueda de una oportunidad de trabajo más sana.
Detrás de todas estas formas de menoscabo hay un factor en común de por qué los colaboradores renuncian: falta de empatía.
Creer que una persona puede subsistir con un sueldo que no es acorde al mercado laboral, es falta de empatía. No respetar horarios es una falta de respeto. Discriminar por cualquier motivo, también lo es. A la larga, cualquier colaborador comprometido y talentoso terminará buscando un lugar donde sea valorado y tratado con respeto.
Si más líderes y supervisores se ponen en los zapatos de sus colaboradores, las condiciones laborales mejorarían y estos no tendrían necesidad de buscar trabajo en otras empresas.
Por lo mismo, estando en la situación del empleador o encargado de Recursos Humanos es clave preguntarse: ¿Qué estás haciendo al respecto?