Silencios incómodos: Por qué nadie habla en las reuniones
1 Junio 2021
¿Trabajadores poco comprometidos o una señal de falta de liderazgo?
“En el trabajo en equipo, el silencio no es oro, es mortal”. Esta frase de Mark Sanborn, autor del libro “El factor Fred: cómo la pasión en tu trabajo y tu vida puede convertir lo ordinario en extraordinario”, nos recuerda esa situación en que alguien hace una pregunta luego de exponer un tema en una reunión y recibe el silencio por respuesta. Y todos los que la hemos experimentado sabemos que es una situación incómoda, en la que es la misma persona que pregunta la que termina rompiendo el silencio para responder, todo con el fin de iniciar una conversación que simplemente no se da.
En el contexto del teletrabajo es aún más incómodo porque muchas personas optan por tener sus pantallas apagadas. Entonces, no sabemos si no quieren responder, si no están frente al computador o si simplemente nos están ignorando.
¿Por qué nadie habla en las reuniones?
Imagina la siguiente situación. Acabas de presentar la planificación del trimestre y preguntas si hay alguna duda, queja o comentario al respecto. Nadie dice nada. ¿Estarán tomando notas? Quizás quedó todo claro. ¡Increíble!
Pero a los pocos días o semanas te das cuenta de que nadie está siguiendo la planificación que habías propuesto y presentado.
Empiezas a indagar, a enviar correos y a preguntar individualmente, hasta que por fin uno de tus colaboradores comenta que hay un aspecto de tu propuesta que no le parece. Empiezas a tirar del hilo y te encuentras con la sorpresa de que no es el único que piensa así.
Entonces, ¿por qué nadie objetó, hizo preguntas ni planteó sus dudas?
¿Por qué nadie quiso dar su opinión?
El silencio puede significar muchas cosas
El problema surge porque el silencio da por sentado que no hay objeciones y que todos están de acuerdo con la propuesta. No hay desacuerdos.
Muchas veces, cuando las personas no contestan es porque quieren evitar una situación incómoda o un conflicto. También puede ser que les des vergüenza, se sientan inhibidos, desmotivados o no quieren quedar como ignorantes.
Pero ¿estamos hablando de trabajadores poco comprometidos o de un liderazgo débil?
Como líder, es importante identificar el porqué de los silencios. Hay trabajadores que puede que no estén de acuerdo con sus superiores, pero evitan discrepar para protegerse. En este caso, mantener el silencio es la opción más segura.
Cuando el líder pregunta y no hay respuesta alguna, se da por sentado que efectivamente todos entendieron, pero también puede ser que su explicación no haya sido del todo clara. Ahí el problema es de quien expone, no de los receptores.
Evita
- Desprestigiar al que pregunta.
- Dar respuestas enredadas y muy largas.
- Dar la sensación de que el tema no es importante.
- Decir “no lo sé” y pasar a otro tema.
- Entrar en discusiones particulares.
Soluciones para evitar el silencio en las reuniones
Hay veces en que los líderes no saben enfrentar críticas u opiniones adversas, por lo tanto, reaccionan mal y terminan avergonzando a sus trabajadores. Por eso, es muy importante dejar el ego fuera de la conversación. De lo contrario, lo único que logrará es que los trabajadores decidan no exponer sus puntos de vista y todas las reuniones se vuelvan silenciosas, perjudicando el trabajo que se quiere realizar.
- Crear una cultura de participación que propicie el diálogo y la interacción, donde nadie se sienta discriminado o castigado por dar su opinión libremente.
- Si deseas trabajadores más participativos, hazles entender que los problemas se deben conversar desde ya y no cuando sea tarde y el proyecto ya esté en marcha.
- Dales tiempo para procesar la información. Quizás surjan ideas, dudas o propuestas después de la reunión. Dales un plazo para que las compartan.
- Nunca le quites importancia a la opinión de tus trabajadores, por mucho que creas que no es un aporte.
- Escucha y valora a todos por igual.
- Prueba a observar y/o preguntar a los que menos suelen participar.
- Si hay objeciones, construye a partir de ahí.
- Agradece siempre y déjales saber que su actitud es estimulante para la conversación.