La procrastinación no es flojera, es un problema emocional

La Procrastinación: Una Batalla Común

En términos simples, la procrastinación es ese hábito de posponer las tareas importantes en favor de actividades más entretenidas pero menos importantes y urgentes. Esto, afecta a todos en algún momento de la vida y es un desafío que surge en un mundo en el que cada vez hay más distracciones y estímulos tanto en la vida cotidiana como a través de las pantallas de tus dispositivos, y aunque puede estar en todos los aspectos de tu vida, se vuelve aún más problemática cuando se manifiesta en el ámbito laboral.

Pero ¿es realmente un trastorno? No, no lo es. Más bien, es una tentación constante a la que todos podemos sucumbir en algún momento. La procrastinación no hace a las personas flojas, simplemente busca la gratificación inmediata en lugar de pensar en las consecuencias a largo plazo.

Las Raíces de la Procrastinación

Investigaciones científicas respaldan la idea de que la procrastinación no es una cuestión de flojera o mala gestión del tiempo, sino de la capacidad para regular las emociones. Las personas que procrastinan a menudo experimentan altos niveles de estrés, ansiedad, miedo al fracaso y baja autoestima en el trabajo. Un estudio reveló que los procrastinadores tienen conexiones cerebrales más débiles en áreas relacionadas con la motivación y las emociones; lo que dificulta la capacidad de resistir las distracciones y las emociones negativas asociadas con las tareas pendientes.

¿Y cómo vencer la procrastinación? ¿Cómo podemos combatir este hábito y ayudar a nuestros colaboradores a ser más productivos? Aquí hay algunas estrategias clave:

1. Visualiza el Éxito: Imagina la satisfacción que sentirás al completar una tarea y la paz que experimentarás. Motívate con recompensas relacionadas con la finalización de tareas dentro de los plazos.
2. Comparte tus Metas: Compartir tus planes con otros crea un compromiso que te motiva a cumplir con la tarea, ya que no quieres quedar mal ante los demás.
3. Evalúa las Consecuencias Negativas: Reflexiona sobre las repercusiones negativas de la procrastinación. Piensa en los efectos perjudiciales a largo plazo de posponer una tarea.
4. Divide en Metas Chicas: No te abrumes pensando en la tarea completa. Divide el trabajo en metas pequeñas y alcanzables.
5. Activa el Efecto Zeigarnik, bautizado así por la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik: Inicia la tarea, incluso si solo tienes unos minutos. El cerebro tiende a recordar las tareas incompletas, lo que te motivará a continuar.

Cómo los Líderes Pueden Ayudar a vencer la Procrastinación

 Los líderes de las organizaciones pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra la procrastinación de los colaboradores. Aquí te dejamos algunas estrategias sugeridas por David Ballard, Director del Centro para la Excelencia Organizacional de la Asociación Estadounidense de Psicología:

1. Fomentar el bienestar de los colaboradores, promoviendo el ejercicio, una alimentación saludable y un buen descanso.
2. Ofrecer beneficios laborales orientados al bienestar físico y mental de los colaboradores.
3. Permitir pausas y momentos de desconexión durante la jornada laboral para aumentar la productividad y reducir el estrés.

Esperamos que te haya servido esta información y que te quede claro que efectivamente la procrastinación no se trata de ser perezoso, sino de cómo manejamos las emociones asociadas con las tareas pendientes. Con estrategias efectivas y un apoyo adecuado, podemos superar este hábito y ser más productivos, felices y saludables en el trabajo y en la vida cotidiana. ¡El éxito está al alcance de todos nosotros!